domingo, 9 de diciembre de 2012

El fantasma blanco del Duero

     Esta mañana, el Duero se desperezaba blanco, atenazado por el hielo y la niebla. Ningún ruido se imponía en la absoluta quietud, sólo los coches en la carretera cercana. 
        Nada se movía entre las ramas de los árboles salvo, de repente, el grito de una garza real asustada al encontrar su posadero ocupado. 

Garceta grande (Egretta alba)
          El fantasma blanco del Duero no se inmuta, permanece en su sitio, descansando. Ni siquiera se digna a mirar de reojo a quien, desde el camino, la observa en silencio.

Garceta grande (Egretta alba)
         Entonces, sin previo aviso, decide marcharse, internarse en la niebla y perderse lejos del río, sobre los campos helados.

Garceta grande (Egretta alba)