martes, 14 de diciembre de 2010

Verano en el pinar

     Este verano, después de conseguir mi primer teleobjetivo, modesto pero que triplicaba el alcance del material que ya tenía, me lancé a intentar fotografiar bichos "a pelo". Es decir, esperar en silencio y con la mayor quietud posible que algún ave se pusiese a tiro y posase para mí, sin ningún tipo de escondite ni de camuflaje. Imposible.
     Incluso los rabilargos, que suelen acercarse todo lo que su curiosidad y su atrevimiento les permite, llegando a intentar saquear la comida en cuanto nos alejamos unos metros, se mantenían a una distancia prudencial.

     Sin embargo, otros seres alados, como estas mariposas sí se dejaron fotografiar.


Vanessa atalanta
  
     A pesar de su colorido, y de su aspecto exótico, estas dos especies tienen una amplia distribución ibérica y europea, con lo cual son relativamente fáciles de observar, además de permitir la fotografía desde poca distancia.



Papilio machaon
 
     Cuando creía que me tendría que conformar con fotos de insectos, apareció este pequeño personaje, justo debajo de mis narices. Supongo que yo estaba mucho más nervioso que él, que me miraba intrigado como pensando quién sería ese enorme humano, con cara de alelado y cámara en mano, que se tumbaba en el suelo, justo a su lado, para observarlo a través de un objetivo.
     Después de bastantes fotos, cuando ya ambos estábamos recuperados de la impresión, pude comprobar que no era la única cría de erizo que teníamos en el pinar, pues acabé encontrando a otros dos hermanos suyos por los alrededores.



Erinaceus europaeus
 

1 comentario:

  1. Hola tío Manuel:
    Enhorabuena por tu blog. Nos ha gustado mucho el erizo y las mariposas. La próxima vez que vayas al pinar te llevaré dos pequeñas "currucas" para que les saques unas fotos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar