domingo, 9 de diciembre de 2012

El fantasma blanco del Duero

     Esta mañana, el Duero se desperezaba blanco, atenazado por el hielo y la niebla. Ningún ruido se imponía en la absoluta quietud, sólo los coches en la carretera cercana. 
        Nada se movía entre las ramas de los árboles salvo, de repente, el grito de una garza real asustada al encontrar su posadero ocupado. 

Garceta grande (Egretta alba)
          El fantasma blanco del Duero no se inmuta, permanece en su sitio, descansando. Ni siquiera se digna a mirar de reojo a quien, desde el camino, la observa en silencio.

Garceta grande (Egretta alba)
         Entonces, sin previo aviso, decide marcharse, internarse en la niebla y perderse lejos del río, sobre los campos helados.

Garceta grande (Egretta alba)

lunes, 12 de noviembre de 2012

La espina del falaropo

     La espina del falaropo la tenía clavada desde el año pasado cuando, por primera vez, intenté bimbar una especie y, además, la fallé estrepitosamente. Bueno, tampoco tan estrepitosamente, pero para mí fue una gran desilusión no poder disfrutar del falaropo picofino (Phalaropus lobatus) que anduvo por Villafáfila en las navidades del año pasado (ver aquí y aquí). Desde entonces, Villafáfila me ha tratado bien y, durante 2012, me ha permitido bimbar especies como el morito (Plegadis falcinellus), correlimos pectoral (Calidris melanotos), o el correlimos canelo (Tryngites subruficollis). 
     Sin embargo, la guinda de este año ha sido poder disfrutar ayer de este precioso falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius) en la balsa de decantación de Villafáfila, acompañado además de grandes pajareros como Cristian Osorio, Alfonso Rodrigo y Xurxo Piñeiro. Ya sé que no es la misma especie, pero me hace la misma ilusión. Ver tan cerca de casa un ave tan delicada y, por el contrario, capaz de soportar las duras condiciones del Ártico y del océano Atlántico, no tiene precio. 

Phalaropus fulicarius

     Como se puede comprobar por las fotos, es un ave muy confiada que incluso se acerca a los observadores, aunque mi escasa pericia con la cámara no le haga justicia.

Phalaropus fulicarius

     Sí, ese puntito blanco que hay al lado de Alfonso es el falaropo. Ni siquiera hacía falta acercarse pues era él quien venía hacia nuestra posición.




     Después de casi dos horas disfrutando de esta preciosidad y de la buena compañía, regresé para casa con una sonrisa de oreja a oreja. Eso sí, espero que Villafáfila nos siga dando muchas alegrías, como hasta ahora...

miércoles, 1 de agosto de 2012

NAVARRA II: Quinto Real

     En el noroeste de Navarra se encuentra el bosque de Quinto Real o Kintoa, abarcando parte de los valles pirenaicos de Baztán, Erro, Esteríbar y Alduides.
     Recordaba haber estado por allí, de paso, hace algunos años, así que durante la semana que pasamos en Pamplona en Junio, decidimos acercarnos a conocerlo.

Hayedo
     Resulta impresionante pasar de los 30 ºC de Pamplona, con un sol de justicia, a los 10 º C y llovizna que nos encontramos allí.
     A pesar de lo a gusto que nos sentimos los del secano de Castilla en estos bosques atlánticos, la tarde no se presentaba demasiado propicia para pasear con un bebé. Por tanto, nos limitamos a hacer algunas paradas en la carretera, en la zona más cercana a Francia y a sacar algunas fotos.

Rio Arga
     Así pues, Quinto Real se me resistía nuevamente y me iba a quedar con las ganas de poder pasear tranquilamente y de pajarear por la zona. No es que esperase encontrarme con el picamaderos negro o el pico dorsiblanco así a la primera, pero sí que me decepcionó la escasez de aves que se veían u oían en las paradas que hicimos. La única nota destacable fue el paso de un grupo de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), que seguramente procedían del Embalse de Eugi, con dirección norte. En lugar de aves forestales, marinas...

Viejo castaño trasmocho

     Justo en la cola del Embalse de Eugi hicimos otra parada, en una zona más baja donde el hayedo da paso al robledal. Allí, enormes y viejos castaños trasmochos flanqueaban el camino, viendo cómo los huecos dejados por los ejemplares que van muriendo son cubiertos por nuevos arbolillos.
     El camino por el que paseábamos dejaba ver, entre los árboles, las azules aguas del embalse e invitaba a seguirlo indefinidamente. Sin embargo, la lluvia nos devolvió una vez más al coche y a la impactante imagen de la cantera que queda en frente del lugar donde lo habíamos dejado aparcado.

Cantera al norte del Embalse de Eugi
     La imagen de la impresionante cantera nos despidió de Quinto Real, dejándonos un sabor de boca agridulce. Es la misma sensación que tengo siempre que viajo por Navarra, la contradicción entre sus increíbles paisajes y los brutales impactos que genera la actividad humana en sus actividades extractivas. Supongo que nuestra sociedad tan "avanzada" no puede vivir sin los materiales que se producen en estas canteras y que no nos queda otra que sufrirlas, pero ¿realmente no se pueden hacer las cosas de otra manera?


sábado, 7 de julio de 2012

NAVARRA I: Bosque de Orgi

     El bosque de Orgi es un robledal que se extiende al sur del valle de la Ultzama, no muy lejos de Pamplona. Se trata de un bosque de unas 80 ha, representante de los, antaño más extendidos, robledales húmedos de Navarra. Está protegido bajo la figura de Área Natural Recreativa y se divide en dos zonas: una de acogida o recreativa y otra de conservación.

Roble del país (Quercus robur)

      En la zona de acogida, denominada Arigartzeta, el robledal autóctono fue eliminado, a principios del siglo pasado, para plantar robles americanos (Quercus rubra). Esta especie, de crecimiento rápido, es mucho mejor productora de madera y, en su momento, se consideró más adecuada.

Grupo de robles americanos (Quercus rubra)

    En las siguientes fotos se puede ver la diferencia entre las hojas de las dos especies. Las hojas de Quercus robur son más pequeñas y lobuladas, mientras que las de Quercus rubra son mayores y con los lóbulos más angulosos.


Quercus robur

Quercus rubra

     En el año 1996 un vendaval tumbó más de 200 árboles, dejando un claro en Arigartzeta. Este hecho decidió que ahí se instalase la zona de acogida. Posteriormente, se han plantado ejemplares de especies autóctonas que, junto con la regeneración natural, están convirtiendo la zona en algo más parecido al robledal original. Además, poco a poco, se van eliminando los ejemplares de roble americano que quedan, para conseguir una mayor naturalidad.

Roble americano marcado con el "chaspe" indicando que ha de ser cortado

     Una de las características destacables del bosque son las zonas encharcadas, alrededor de las cuales crecen especies vegetales más adaptadas a la humedad y que atraen a interesantes especies de odonatos y anfibios. Entre estos últimos destaca la presencia de la rana ágil (Rana dalmatina).

Zona encharcada


Zona encharcada


     El robledal destaca también por la variedad de especies arbóreas y de matorral que crecen en los claros o formando sotobosque. Para los que vivimos en zonas más secas y mediterráneas, siempre es sorprendente ver cómo los bosques atlánticos presentan varias especies principales, junto con numerosas especies acompañantes. Así, en Orgi junto con los robles, había arraclanes, enebros, fresnos, olmos, acebos, hayas, arces, sauces, etc.


Frangula alnus

Juniperus communis

      Aparte de las especies leñosas, también sorprenden las herbáceas, teniendo representación las especies propias de bosque, así como las de zonas encharcadas y las de zonas salinas. Estas especies eran más difíciles de fotografiar y, debido a la falta de luz y de tiempo, no pude dedicarle una mayor atención.


Lychnis flos-cuculi

    

miércoles, 18 de abril de 2012

Vida entre las ruinas

     El domingo pasado volví a Villafáfila. Por la mañana, el frío y el viento hacían pensar en un día más propio de invierno que en uno de mediados de abril. A ratos no había quien mantuviese el telescopio firme para observar con claridad las aves más lejanas.

     Por variar un poco el recorrido, paré en el pueblo abandonado de Otero de Sariegos y allí me quedé observando a las aves que se buscan la vida entre las ruinas. Cernícalos primilla, mochuelos, estorninos, palomas, grajillas, etc me observaban desde los tejados. Bueno, en realidad me ignoraban, o quizás preferían no moverse de sus posiciones para no tener que luchar contra el viento.

     En los huecos de tejados, en edificios en ruinas, en palomares y casi en cualquier lugar en el que los humanos no les pongamos demasiados impedimentos, una serie de especies se dedican a hacer su vida, justo a nuestro lado. No siempre se les trata con el respeto que merecen y muchas veces no son contempladas en las reformas de edificios antiguos, con lo que pierden sus lugares de nidificación. Otras veces son perseguidas y despreciadas, por ignorancia principalmente, pues algunas de estas especies son muy beneficiosas para nuestros pueblos y nuestra agricultura.

     Por el momento, en Villafáfila podemos seguir disfrutando de estas especies, mientras esperamos que cambie nuestra actitud hacia ellas para que podamos hacer lo mismo en todos los pueblos y así también beneficiarnos de su presencia.


Estornino negro (Sturnus unicolor)


Cernícalo primilla (Falco naumanni)


Paloma doméstica (Columba livia var. domestica)


Mochuelo europeo (Athene noctua)



viernes, 6 de abril de 2012

Algunas fotos y fenología

     Ultimamente, aunque sigo saliendo de campo, no he tenido mucho tiempo para publicar entradas. Y eso que hay muchas cosas interesantes para contar, entre ellas la observación de correlimos de Temminck (Calidris temminckii) en las lagunas de la Casa del Parque de la Reserva de Villafáfila, el sábado pasado. Pero bueno, yo no quería hacer una entrada contando observaciones de Zamora, eso lo hacen mucho mejor en El Pernil, El Ornitoblog o en La Biosfera que nos rodea (los tres muy recomendables, y más por el aluvión de citas interesantes que hemos tenido en los últimos días).

     Solo quería mostrar algunas de las fotos menos malas que he podido hacer en mis últimas salidas. En ellas se muestran especies que tienen presencia estival en nuestra provincia, como la cigüeñuela, la collalba gris o el águila calzada, o que nos visitan en los pasos migratorios, como el águila pescadora.
Estas últimas semanas también he podido observar ya especies como garza imperial (Ardea purpurea), martinete (Nycticorax nycticorax) o vencejo común (Apus apus) de las que, por desgracia, no tengo fotos.

     A pesar de esta primavera, que ya parece totalmente instalada, a tenor de la cantidad de especies estivales que han llegado a la provincia, esta mañana ha caido una nevada curiosa en Toro. Esperemos que, unida a la lluvia de estos días, la nieve de hoy ayude a mejorar la situación de nuestros resecos campos y llene de vida otra vez nuestras charcas y lagunas. 


RESERVA NATURAL DE LAS LAGUNAS DE VILLAFÁFILA  31/03/2012

Cigüeñuela común (Himantopus himantopus)

Collalba gris (Oenanthe oenanthe)


RESERVA NATURAL DE LAS RIBERAS DE CASTRONUÑO  28/03/2012
Aguililla calzada (Hieraaetus pennatus)

Águila pescadora (Pandion haliaetus)


domingo, 25 de marzo de 2012

Villafáfila 24/03/2012

     Al igual que otros fines de semana, ayer sábado aproveché la mañana para madrugar y dar una vuelta rápida por la Reserva de las Lagunas de Villafáfila.

     Debido a la sequía, la cantidad de agua que tienen las lagunas es cada vez más escasa y, aunque algunas como la Salina Grande todavía tienen una buena superficie encharcada, la profundidad del agua es muy baja. Para terminar de producir una sensación totalmente desoladora, muchas cunetas, arroyos, linderas y terrenos baldíos han sido quemados (y siguen siéndolo) con la intención de controlar las poblaciones de topillo campesino. Esta actividad que, a mi juicio, es totalmente inútil, solo está consiguiendo mermar la biodiversidad de Tierra de Campos y, seguramente, conseguir un efecto contrario al deseado.

     Pero bueno, ya empiezo con las aves, que son lo más interesante de la visita. Primera parada en la laguna de San Pedro, en Villarrín. Objetivo: dejarse los ojos revisando las orillas en busca del correlimos de Temminck que estaba allí solo un día antes. Nada de nada. Azulones, cucharas, cercetas, una avoceta solitaria y, de limícolas, un archibebe común, mis primeros chorlitejos chicos (Charadrius dubius) del año y diez agujas colinegras que se dejaron caer por allí en el último momento.

     Segunda parada en el observatorio de Otero de Sariegos, para inspeccionar la Salina Grande. Desde un palomar, dos mochuelos me observaban a mi, confiados.

Mochuelos (Athene noctua)
     La Salina Grande, de pena. Poca superficie encharcada, poca profundidad y ¡sólo cuatro azulones! en todo lo que abarcaba el telescopio. Por el contrario, muchas especies estivales como golondrina, abubilla, milano negro, etc. Y las que crían, a lo suyo: cigüeñas en nido, avefrías defendiendo territorios...

     Rodeando la Salina Grande, un archibebe común se dejó fotografiar, en uno de los escasos charcos. Un grupo de chorlitos dorados se alimentaba en los resecos campos, acompañados todavía de alondras, trigueros, collalbas grises y algunos bisbitas comunes y ribereños.
    

Archibebe común (Tringa totanus)
     Entre las rapaces, milano negro, milano real, cernícalo vulgar, ratonero, aguilucho pálido y un esmerejón en la laguna de Paneras.

Milano negro (Milvus migrans)


     Después, una visita rápida a la laguna de la Fuente, donde bajaban a beber gorriones chillones (Petronia petronia), pardillos, lavanderas blancas, etc. En la alameda cercana, las cigüeñas blancas, ajetreadas ya con las labores de cría.
Alameda con nidos de cigüeña blanca

     Emprendí el camino de vuelta hacia el pueblo de Villafáfila, tras parar a echar un ojo a la laguna de Paneras, donde  solo había un grupo de unas treinta cercetas comunes, tres archibebes comunes y una cigüeña blanca, me detuve a observar un pequeño grupo de gansos que se alimentaban cerca dela carretera. Sabía que podía haber un ánsar campestre entre ellos, por la información recibida de compañeros del foro de NaturZamora y, efectivamente, ahí estaba. Es la segunda vez que consigo ver esta especie en la Reserva este año.
Ánsar campestre (Anser fabalis) y ánsares comunes (Anser anser)

     Para terminar la visita, fui hasta la balsa de decantación, donde me encontré con dos "jóvenes promesas" de la ornitología zamorana y salmantina, Cristian Osorio (la biosfera que nos rodea) y Miguel Rodríguez (el ornitoblog). Con ellos pude disfrutar de un precioso zampullín cuellinegro, con plumaje nupcial, que lleva ya unos días por la zona.

     Poco más pudimos ver por allí, debido a la posición del sol, que fochas y algún zampullín común. Sin embargo, cerca de la balsa, dentro de un grupo de varias cigüeñas blancas, pudimos ver un ejemplar anillado, al que no pude fotografiar por la distancia a la que se encontraba, pero cuya anilla sí pude leer con el telescopio. Era una anilla blanca, con letras negras FACM, distinta de la observada por Alfonso Rodrigo (el pernil) el día anterior. En cuanto tenga el historial, pondré aquí la información.
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis)

         Pues eso, que Villafáfila se seca y se vuelve negra, pero siempre nos da alguna alegría. Sobre todo la de ver a chavales como Cristian y Miguel, que son savia nueva para la ornitología de esta provincia y que, desde su parcelita en la web, nos van mostrando lo que descubren y colaboran en el conocimiento y la defensa de nuestra diversidad.

lunes, 20 de febrero de 2012

Villafáfila en familia

     Otra vez visita a Villafáfila, esta vez con la familia. No siempre puede uno madrugar para estar allí al amanecer y, además, este sábado me apetecía ir con mi mujer y el bebé. Para el peque ya es la tercera vez que visita la Reserva en sus cuatro meses de vida, así que esperemos que de mayor mantenga la afición a la naturaleza de sus padres.

     El horario, la cantidad de gente, el ir en plan familiar, etc., hizo que no tuviese tan buenas observaciones como el fin de semana pasado aunque, de todos modos, disfrutamos mucho del día soleado.

     Hoy no voy a enumerar las especies observadas, pues no había nada nuevo destacable respecto a la última visita. Quizá el número de algunas especies como la avoceta (Recurvirostra avosetta), de las que conté 18 ejemplares o la presencia de otras que no había detectado en las últimas ocasiones, como el zarapito real (Numenius arquata), agachadiza común (Gallinago gallinago), etc.

     Unas avutardas (Otis tarda), de un grupo de seis que nos sobrevolaron y que ya pillé a contrapelo:




     Esta gaviota sombría (Larus fuscus), de plumaje tan desaliñado, también me pilló un poco despistado:





     En la zona de La Parva, esta agachadiza común (Gallinago gallinago) creyó que tenía suficiente camuflaje como para mantenerse alejada de nuestras miradas:




     Sin embargo, el siguiente cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) posó orgulloso para mi cámara:





     Una foto de algunos de los ánsares comunes (Anser anser) que sobrevolaban el Centro de Interpretación:





      Por último, unos cucharas europeos (Anas clypeata), en las lagunas del Centro de Interpretación:



domingo, 19 de febrero de 2012

Historiales gansos anillados

     Como expliqué en la anterior entrada, el sábado 11 de febrero conseguí leer dos collares de ánsar común (Anser anser) en Villafáfila. Tras enviar las lecturas a Leif Nilsson, recibí enseguida los historiales. La verdad es que yo me esperaba algo más elaborado pero, en fin, esto es lo que he podido sacar de los datos recibidos:




     TVS fue anillado en 1999 en la isla de Smöla (Möre og Romsdal), en Noruega. Desde entonces ha tenido más de 70 avistamientos, todos en Holanda y en Villafáfila. Resulta curioso que no haya observaciones en otros paises, ni siquiera en Noruega, donde es de esperar que regrese todos los años a criar.





     TVP es bastante más joven. Fue anillado en 2007 en la isla de Leka (Nord-Trondelag), en Noruega. Ha tenido unos treinta avistamientos, todos en Holanda, con excepción de una observación en 2009, en la Laguna de San Pedro, en Villarrín de Campos. Al igual que TVS, carecemos de datos que indiquen donde cría, pues sus únicas observaciones son en Holanda y España, todas en épocas de paso o en invernada.


     Ahora que ya empiezan a abandonarnos, le desearemos a estos dos ánsares mucha suerte y que puedan seguir visitándonos muchos años. 

domingo, 12 de febrero de 2012

Villafáfila 11/02/2012

     Ayer por la mañana me acerqué a Villafáfila de nuevo. Tengo que confesar que mi intención era localizar a la gaviota cana (Larus canus) que Alfonso Rodrigo había observado días antes.
     Como siempre, mi primera parada fue la laguna de San Pedro, en Villarrín. Allí seguían los azulones, cercetas y cucharas de siempre. Además, casi dos centenares de ánsares comunes y mis primeras agujas colinegras del año (Limosa limosa).

Anátidas en la Laguna de San Pedro

     Rápidamente me dirigí al observatorio de Otero de Sariegos, donde enseguida localizé a la gaviota cana (ejemplar de 1ºw), junto con un ejemplar de gaviota sombría (Larus fuscus), en una isleta de la Salina Grande. Bien! mi primer bimbo del día (Había observado esta especie en Escocia y en Noruega, pero nunca en España).
     La salina estaba a reventar de anátidas: azulones, frisos, cercetas, cucharas, ánades rabudos (Anas acuta), silbones europeos (Anas penelope) y hasta 64 ejemplares de tarro blanco (Tadorna tadorna). Además, se veían bastantes limícolas, pero tan lejos que no era fácil identificarlas. Solo estaban claras 3 avocetas (Recurvirostra avosetta), 27 correlimos comunes (Calidris alpina) y 31 chorlitos dorados (Pluvialis apricaria).

     Decidí rodear toda la Salina Grande para llegar hasta el pueblo de Villafáfila y desde allí acercarme hasta la laguna de Barillos. Por el camino, un gran grupo de más de 30 perdices rojas (Alectoris rufa) se dejaban ver sin poner especial interés en la huida. También grandes grupos de pardillos (Carduelis cannabina) y bisbitas comunes (Anthus pratensis) se movían por los campos de cereal.


Perdiz roja (Alectoris rufa)


      Las lagunas de Barillos y La Rosa presentaban un aspecto desangelado, totalmente secas. Tan solo un grupo de 14 cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) se movía por allí. Sin embargo, la laguna de Paneras, al otro lado de la carretera, presentaba agua y unas decenas de azulones y cucharas. Con ellos, otro pequeño grupo de agujas colinegras, algunas de las cuales empezaban a mostrar el precioso plumaje estival que les caracteriza.

     En la carretera de Villafáfila me esperaba mi siguiente sorpresa. Dentro de un pequeño grupo de ánsares comunes, descubrí un ejemplar distinto, de pico más corto, con mancha oscura y de patas anaranjadas: un ánsar campestre (Anser fabalis)! No tuve tiempo a sacarle una foto posado, pues se asustaron al paso de un caminante, pero sí una en vuelo, donde se pueden observar sus alas, relativamente más largas que las de sus primos comunes y de color oscuro. Esta especie también era bimbo en España para mí, pues nunca había visto un ejemplar claramente salvaje.












Ánsares comunes (Anser anser) y ánsar campestre (Anser fabalis) en el centro
Antes de regresar a Toro, volví de nuevo a Otero de Sariegos, a ver si ahora había más suerte con los gansos, pues hasta el momento solo había visto algunos ejemplares diseminados. Antes de llegar al observatorio ya se podía comprobar que allí había un número importante de ellos. Desde la propia carretera puse el telescopio y ¡nuevo bimbo!: allí estaban las dos barnaclas cariblancas (Branta leucopsis) que se me habían resistido este invierno y que también era la primera vez que veía en España.
Desde el observatorio, tras charlar con Pepe, compañero de Naturzamora, me dediqué a revisar minuciosamente los gansos, esperando encontrar algún collar o algún ánsar careto. Total, hoy estaba de suerte... Y así fue, pude leer dos collares noruegos: B(TVS) y B(TVP) y ver otro collar alemán que no pude leer. Gracias a Leif Nilsson he recibido los historiales y son ejemplares anillados en More og Romsdal en 1999 y en Nord Trondelag en 2007 respectivamente.
Aunque no lo parezca, en la foto de abajo están los tres gansos acollarados y las barnaclas. Casi me dejo los ojos en el telescopio!
Gracias otra vez a Alfonso Rodrigo, podéis ver una foto de TVS aquí.


Ánsares en la Salina Grande

     Otro día más, una jornada memorable en Villafáfila, con varias especies que nunca había observado en España, aunque sí en el extranjero, y que me dejó un excelente sabor de boca.

sábado, 28 de enero de 2012

Villafáfila 28/01/2012

     Esta mañana hemos estado en Villafáfila para asistir a la charla que impartía Enrique Ayllón, de la Asociación Española de Herpetología (AHE), sobre el Programa de Seguimiento de Anfibios y Reptiles (SARE). En ella ha expuesto lo más destacado del sistema y los resultados preliminares obtenidos hasta el momento. Posteriormente habló del SIARE, la base de datos on-line donde ordenar nuestras propias observaciones de anfibios y reptiles y con la que podemos ayudar, de forma fácil, al conocimiento de la distribución de estas especies en nuestro país. Por último, dio unas claves para el reconocimiento y la diferenciación de las ranas pardas y de las lagartijas de los géneros Iberolacerta, Podarcis, etc. Una charla muy instructiva y amena, en la que además pude conocer a varios compañeros del foro de Naturzamora a los que todavía no ponía cara...

     Como hacía tan buen tiempo, antes de volver para Toro, nos dimos una vuelta por los observatorios de la Reserva. En el de la laguna de Barillos la visibilidad era muy mala, debido a que teníamos el sol de cara y a que había bastante reverberación. Aún así se distinguían unos cientos de ánsares (Anser anser) y algunos azulones (Anas platyrhynchos) y avefrías (Vanellus vanellus).

Aspecto de la Laguna de la Rosa

     Decidimos no pasar por Otero de Sariegos y nos dirigimos a la Laguna de San Pedro, en Villarrín, que nos queda de camino. Allí también había unos cientos de ánsares, azulones, cercetas (Anas crecca), cuchara europeo (Anas clypeata), algún andarríos chico (Actitis hypoleucos), aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), milano real (Milvus milvus), etc.
     Lo más llamativo era la presencia de la barnacla (Branta sp.), probablemente híbrida, que se lleva viendo durante algún tiempo por la reserva.

Ánsares llegando a la Laguna de San Pedro
     Mientras observaba detenidamente los ánsares que pastaban en los alrededores de la laguna, intentando encontrar alguno con collar o identificar algún ejemplar de las especies menos comunes, el paso de unos coches por un camino cercano provocó que volasen hasta el agua.

Ánsares y azulones en la Laguna de San Pedro
      Ni en el agua, ya mucho más próximos a nuestra posición, ni en los rastrojos cercanos, pudimos distinguir nada excepcional, pero siempre es un lujo disfrutar de los ánsares. Algo más lejos, contra el horizonte, se recortaba un buen grupo de avutardas (Otis tarda).

Ánsares comunes en rastrojo
      Antes de abandonar la Reserva, grupos de fringílidos, como estos jilgueros (Carduelis carduelis) se movían entre los cardos y malas hierbas que rodean los observatorios.

Jilgueros (Carduelis carduelis)

     Desde la carretera, antes de llegar a Toro, se dejaron ver varios grupos de avutardas, a la altura de Castronuevo y de Malva, junto con la presencia de dos aguiluchos pálidos, entre ambas poblaciones.