domingo, 30 de octubre de 2011

Sympetrum striolatum

          Desde que nació el pequeño Martín no he vuelto a salir al campo. El teleobjetivo ha quedado olvidado en el fondo de la mochila y su lugar en la cámara lo ha sustituido el 18-55 mm. 



     Un par de días antes de su nacimiento, aprovechando las cálidas temperaturas que nos han acompañado en este mes de octubre, aún volaban muchos odonatos. Este Sympetrum striolatum permaneció el suficiente tiempo posado para que pudiese sacarle algunas fotos.



     Este bonito ejemplar me dió así la oportunidad de hacer mi primera entrada sobre este grupo de insectos tan atractivo y del que tan poco conozco.

viernes, 21 de octubre de 2011

MARTÍN

     El martes 18 de octubre, un grupo de grullas finlandesas un poco despistadas  nos dejó en el Hospital de Zamora al pequeño Martín. En principio habían seguido rumbo sur, supongo que hacia Extremadura, pero se dieron cuenta de que Blanca y yo no andábamos por allí y dieron la vuelta justo a tiempo.
     Como no pude inmortalizar tan magno acontecimiento, aprovecho para dejaros un video sobre cómo ocurrían las cosas cuando las cigüeñas aún traían a los bebés.

jueves, 13 de octubre de 2011

Vencejos reales

     Una de las aves que más me ha llamado siempre la atención ha sido el vencejo común (Apus apus). Desde pequeño, cuando vivía en Extremadura, me atraían poderosamente con sus frenéticas persecuciones y vuelos "acrobáticos". Sentado en las escaleras de mi terraza, tenía una visión inmejorable del atardecer surcado por los vuelos vociferantes de estas aves sobre los tejados.

     Pero, si el vencejo común me atraía, descubrir el vencejo real (Apus melba) fue toda una sensación. Su gran tamaño y el contraste entre el vientre y la garganta blancos y las partes superiores oscuras, lo hacían mucho más llamativo. Sin embargo, no es tan abundante, ni está tan ligado a las ciudades como el vencejo común, así que las oportunidades de disfrutar de sus vuelos son mucho menores.

     Una de esas oportunidades se dió ayer, en el Embalse de Ricobayo, a la altura de Muelas del Pan, donde pude disfrutar, con toda tranquilidad, de un grupo de más de cien individuos. Probablemente sean los últimos que vea este año, pues se trata de una especie estival en Europa, que inverna al sur de África.

     Para mí, fotografiarlos supuso todo un reto, así que considero que tienen un mérito enorme las imágenes que algunos fotógrafos consiguen. En cualquier caso, estas son mis fotos, muy mejorables, pero de las que me siento muy orgulloso:

Vencejo real - Alpine swift (Apus melba)

Vencejo real - Alpine swift (Apus melba)

Vencejo real - Alpine swift (Apus melba)

Timulos

     El pasado sábado, muy temprano, me acerqué por la presa de Timulos, en Toro. Es el sitio más cercano que tengo para ver acuáticas y quise aprovechar para disfrutar del amanecer en la zona.
     La repentina bajada de las temperaturas que se había producido esa noche hizo que el río estuviese cubierto de niebla.

Chopos
     En principio, mi idea era intentar observar las garcetas grandes (Egretta alba) que Alfonso Rodrigo (blog El Pernil) había visto el día antes en la zona. Sin embargo, no tuve suerte y tan solo pude observar las especies habituales. Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) y ánades azulones (Anas platyrhynchos) eran los más abundantes. A mayores, tres garzas reales (Ardea cinerea) se dejaban ver tímidamente en la orilla de enfrente, haciendo vuelos entre los chopos y el agua.

Azulones en la niebla
     De vuelta  a casa, aún con el frío metido en el cuerpo, mientras se deshacía la niebla, me dediqué a parar en varios puntos cercanos al río. Las pequeñas aves comenzaban a moverse y a dejarse ver: ruidosos ruiseñores bastardos (Cettia cetti), papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca), carboneros (Parus major), mitos (Aegithalos caudatus), currucas capirotadas (Sylvia atricapilla), etc.

Presa de Timulos

lunes, 22 de agosto de 2011

Bebederos del pinar

     Las altas temperaturas del mes de agosto propician que en el campo queden muy pocos sitios para beber, convirtiéndose el agua en el recurso más preciado para la fauna.
     Después de un inicio de verano más bien suave, la ola de calor que estamos sufriendo ha empujado a las aves a utilizar de forma asidua los bebederos que tengo instalados en el pinar. Bien porque se sienten seguras, bien porque la necesidad es mucho más fuerte que el miedo, casi todas las especies se atreven a beber incluso cuando estoy muy cerca, al terminar de rellenar los bebederos.
     De momento no le he dedicado mucho tiempo a hacer fotos desde el hide que tengo cerca de ellos, pero la observación desde una distancia prudente, me ha permitido contabilizar un buen número de especies. Entre ellas, los rabilargos residentes, que este año han tenido un buen número de crías, y los papamoscas en paso post-nupcial, que suelen visitarnos a partir de mediados de agosto.

Rabilargo (Cyanopica cyanus). Adulto.

Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)

Rabilargo (Cyanopica cyanus). Joven.

miércoles, 27 de julio de 2011

Sierras de La Serena

            Las nueve de la mañana. La temperatura sube, pero a la sombra de las rocas aún es soportable. Desde aquí arriba, en silencio, disfrutamos de los vuelos acrobáticos de los aviones roqueros y las golondrinas. Nada más se mueve ya. A estas horas, en pleno verano, todos los animales han buscado  acomodo a la sombra, para intentar sobrellevar las horas centrales del día.

Sierras de la comarca de La Serena (Badajoz)

Alrededor de la comarca de La Serena, una serie de sierras, de escasa altitud y muy transformadas, dan un poco de color a la parda penillanura. Quizás las más humildes sean las que se sitúan en su extremo noroccidental, separando esta comarca de las Vegas Altas del Guadiana. En ellas confluyen la ganadería extensiva e importantes repoblaciones forestales, conformando una especie de “tierra de nadie” que ciertas especies como el ciervo (Cervus elaphus) han sabido aprovechar perfectamente.

En la actualidad, la pérdida de los usos tradicionales de la ganadería extensiva y el escaso interés por la gestión cinegética y forestal constituyen la mayor amenaza para estas “islas de biodiversidad”.

martes, 19 de julio de 2011

Eume


Fragas del Eume (A Coruña)

     La niebla se eleva desde el río y va quedándose pegada a las hojas de los árboles, cubriendo con un velo casi transparente todo el valle. El verano y el sol abrasador de Castilla parecen quedar muy lejos, mientras comienza a llover con fuerza.
     Aquí, la humedad y el bosque se despiden de mi. Allí, la tierra reseca y agrietada me llama y me espera.